Guía del jabón para principiantes: Proceso en frío

Si desea personalizar el jabón hasta el último ingrediente, el proceso en frío es una gran opción. Puedes elegir los aceites, colorantes, aromas y mucho más. Una vez que encuentres tu receta perfecta, puedes empezar a ser creativo con los diseños.

El jabón de proceso en frío se elabora combinando aceites y lejía de hidróxido de sodio. Eso provoca una reacción química llamada saponificación. El jabón de fusión ya ha pasado por ese proceso.

Términos de uso común

Rastro: Es el punto en el que los aceites y el agua con lejía se emulsionan. En el trazo fino, no habrá vetas de aceite y el jabón tendrá la consistencia de una masa fina para tartas. A medida que el jabón se asiente, seguirá espesándose hasta alcanzar trazas medias y gruesas.

Fase de gel: Durante la fase de gel, el jabón se calienta hasta 180 °F y desarrolla un aspecto gelatinoso. El jabón gelificado tiene un color más vivo y un aspecto ligeramente brillante. También se puede desmoldar más rápidamente. Algunos fabricantes fuerzan su jabón durante la fase de gel con mantas y almohadillas térmicas. Sin embargo, la fase de gel no es obligatoria; es una preferencia personal. Sólo afecta al aspecto de las barras, no a la calidad. El jabón sin gel tiene un aspecto más mate. Puede evitar la fase de gel poniendo el jabón en el congelador durante 24 horas.

Curado: Técnicamente, el jabón de proceso en frío es seguro de usar después de unos días. No obstante, recomendamos dejar curar el jabón de 4 a 6 semanas en un lugar fresco y seco con buena circulación de aire. El exceso de agua se evapora, lo que crea barras más duras y suaves que duran más en la ducha. La espera merece la pena.

Ceniza de sosa: Crea una película blanca, cenicienta e irregular sobre el jabón. Se forma cuando la lejía no saponificada reacciona con el dióxido de carbono presente de forma natural en el aire. No afecta a la calidad y el jabón es seguro de usar. Sin embargo, puede oscurecer diseños más intrincados o hacer que las barras parezcan quebradizas. Puedes evitarlo con algunos trucos, como un descuento del 10% en el agua y la fase de gel.

Seguridad de la lejía

La lejía es un producto altamente corrosivo. Su uso es seguro siempre que se manipule correctamente. Asegúrate de que no haya niños, mascotas u otras distracciones en la habitación cuando estés haciendo jabón y hazlo siempre en una zona bien ventilada. Necesitarás los siguientes elementos para trabajar con lejía:

Guantes : Los guantes de cocina de goma que llegan casi hasta el codo funcionan muy bien, pero pueden ser voluminosos. Los guantes más finos de nitrilo o látex proporcionan protección sin abultar. Elijas lo que elijas, deben combinarse con mangas largas.

Gafas : Las quemaduras por álcalis son extremadamente peligrosas para los ojos. Las gafas de protección deben protegerlas por todos los lados, por lo que unas gafas normales no son protección suficiente. Si llevas gafas, asegúrate de que se ajustan a ellas.

Mangas largas, pantalones y zapatos cerrados: Protéjase de salpicaduras inesperadas cubriendo la piel expuesta.

Máscara facial: Este paso es opcional. Si eres sensible a los vapores de la lejía o si vas a hacer lotes grandes, puedes usar una mascarilla antipolvo.

Equipamiento

Cualquier equipo utilizado para la fabricación de jabón debe ser exclusivo: no lo utilices para alimentos. La lejía y la fragancia pueden atascarse en las grietas, incluso con un lavado a fondo. También recomendamos lavar a mano en lugar de utilizar el lavavajillas.

Recipientes: Recomendamos recipientes de vidrio, plástico o acero inoxidable aptos para el calor. No utilices aluminio: puede reaccionar con la lejía y crear vapores tóxicos.

Batidora de varillas o de inmersión: Utilizar una batidora de varillas o de pie puede llevar horas. Las batidoras de varilla emulsionan el jabón en sólo uno o dos minutos, así que merece la pena la inversión.

Espátulas y cucharas de silicona: Utilízalas para raspar hasta el último trozo de jabón del recipiente y colocarlo en el molde. También son ideales para alisar la parte superior o crear textura.

Balanza: Para mayor precisión, todas nuestras recetas de jabón se miden por peso en lugar de por volumen.

Moldes de jabón : Hay muchas opciones entre las que elegir.

  • Moldes de silicona: Estos moldes son fáciles de usar, desmoldar y limpiar. Son una gran opción para artesanos principiantes y avanzados.
  • Moldes de madera: Son estupendos para lotes grandes y facilitan forzar la fase de gel. Deben forrarse con papel de congelación o con un forro de silicona.
  • Moldes de plástico: Puedes utilizarlos para el proceso en frío, pero requieren algunos pasos adicionales. Recomendamos una receta con muchos aceites duros y lactato de sodio para ayudar a que las barritas salgan limpias y rápidamente.
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