Solucionar el efecto túnel en las velas: cómo salvar tu vela del desastre

Seguro que te ha pasado alguna vez: compras (¡o haces!) una vela preciosa, la enciendes y disfrutas del ambiente, pero al cabo de unas horas notas algo molesto. La llama solo consume la cera hacia abajo, justo en el centro. Los bordes se quedan duros e intactos, y acabas con un grueso muro de cera desperdiciada mientras la mecha se ahoga en un agujero profundo. Este fenómeno se conoce como «efecto túnel» (o *tunneling*) y es la pesadilla de cualquier amante o fabricante de velas.

La buena noticia es que una vela con efecto túnel casi siempre tiene arreglo. Tanto si eres un aficionado que quiere perfeccionar sus creaciones como si simplemente quieres recuperar esa bonita vela aromática de tu mesa, aquí te explicamos cómo reconocer, solucionar y evitar el efecto túnel de ahora en adelante.

Primeros auxilios: trucos para las velas que ya tienes

¿Tienes una vela que empieza a parecer un cráter? No la tires. Mientras la mecha sea accesible, solemos poder arreglarlo. El objetivo es sencillo: derretir la cera dura de los bordes para que se integre con la cera líquida del centro.

El truco casero más eficaz puede sonar un poco extraño, pero funciona de maravilla: el método del papel de aluminio. Dobla un trozo de papel de aluminio y envuélvelo alrededor de la parte superior de la vela, formando una especie de cúpula. Asegúrate de dejar una abertura arriba de unos dos o tres centímetros para que la llama reciba oxígeno y el humo pueda salir. Deja arder la vela durante al menos una hora (¡sin perderla de vista!). El papel de aluminio refleja el calor hacia abajo, haciendo que los bordes duros se derritan y fluyan hacia el centro. El resultado suele ser una superficie bonita y uniforme.

Si el túnel aún no es muy profundo, también puedes nivelar la superficie manualmente. El principio es el mismo que se usa para corregir imperfecciones en una vela nueva. Como explicamos en nuestro artículo sobre cómo solucionar los agujeros en las velas, puedes utilizar una pistola de calor (*heat gun*) o un secador de pelo potente. Pon el secador a la temperatura máxima y aplica el aire suavemente sobre la cera. Ten cuidado de no hacerlo con demasiada fuerza para evitar salpicaduras. Mueve el secador en círculos hasta que la capa superior esté completamente líquida y lisa.

¿Por qué ocurre esto? (La ciencia para los artesanos)

Para los que fabrican velas, reparar un túnel es útil, pero *evitarlo* es donde empieza el verdadero trabajo. En las velas artesanales, el efecto túnel no suele ser un error del usuario, sino un fallo de diseño. Todo comienza con la «memoria» de la cera. La primera vez que enciendes una vela determinas, básicamente, su diámetro de quemado para el resto de su vida útil. Si apagas una vela antes de que se haya derretido toda la capa superior (la piscina de fusión completa), rara vez quemará más allá de ese primer anillo en los encendidos posteriores.

Sin embargo, si una vela no llega a derretirse hasta el borde incluso después de tres o cuatro horas encendida, el problema está en la fabricación. La causa más común es una mecha demasiado pequeña. La mecha es el motor de tu vela y debe generar suficiente calor para derretir la cera hasta las paredes del recipiente. Elegir la mecha adecuada es un trabajo de precisión. En nuestra guía sobre 5 cosas que todo principiante en la fabricación de velas debe saber leerás que no existe una mecha universal. Una mecha de algodón que funciona perfecto en cera de soja pura puede ahogarse en una mezcla con aceites aromáticos densos. Por eso, muchos fabricantes optan por la estabilidad de las mechas de madera o la serie especializada TCR.

Además, el recipiente juega un papel fundamental. El diámetro del vaso determina directamente la potencia que debe tener tu mecha. Si usas un vaso ancho, como un modelo de 55 cl, a veces necesitarás varias mechas (*double-wicking*) para alcanzar toda la superficie. ¿Intentas poner una sola mecha fina en un tarro de diez centímetros de ancho? Entonces el efecto túnel está garantizado.

¿Cómo evitar el efecto túnel en tu próxima tanda?

¿Tienes pensado hacer tus propias velas? Una buena preparación te ahorrará mucha frustración y cera desperdiciada. «Probar» es la palabra mágica. No pongas todo tu stock a la venta de inmediato; haz primero una vela de prueba. Como describimos en nuestro paso a paso sobre cómo hacer una vela en recipiente, la paciencia es esencial durante el proceso. Realiza una prueba de quemado: enciende la vela y observa cada hora cómo evoluciona la piscina de fusión. Después de unas tres o cuatro horas, la cera líquida debería tocar el borde del vaso. ¿No ocurre? Entonces necesitas subir el calibre de la mecha (*wick up*).

Presta también mucha atención al tipo de cera que utilizas. Las ceras más duras, como la parafina, tienen un punto de fusión más alto y a veces requieren una llama más caliente que la cera de soja, que es más blanda. La cera de abeja es aún más compleja al ser una cera natural muy dura. Si utilizas perlas de cera de abeja blanca, ten en cuenta que probablemente necesitarás una mecha más gruesa de la que estás acostumbrado a usar con soja. Para quienes no quieran complicarse fundiendo y probando, la cera en polvo (cera de arena) o la cera en gel son opciones interesantes. Al ser granos sueltos, la cera en polvo se derrite directamente alrededor de la mecha y a menudo se «autorellena».

Pero cuidado con caer en la trampa del *over-wicking* (poner una mecha demasiado grande). Es tentador elegir simplemente la mecha más gruesa para asegurarse de evitar el efecto túnel, pero eso conlleva nuevos riesgos. Una mecha excesiva provoca una llama que parpadea, humea y puede calentar peligrosamente el recipiente. Esto es tan problemático como el propio efecto túnel. Se trata de encontrar el equilibrio entre la cera, el aroma y la mecha. ¿Quieres saber más sobre cómo interactúan estos elementos? No te pierdas nuestro análisis en profundidad sobre hacer velas con aceites aromáticos y consejos para una dispersión perfecta del aroma.

El efecto túnel es molesto, pero no un desastre. Con un trozo de papel de aluminio a menudo puedes salvar tu colección actual. Y como fabricante, es simplemente cuestión de aplicar la fórmula correcta entre el diámetro del tarro, el tipo de cera y el grosor de la mecha. Atrévete a probar y ten paciencia; conseguir ese quemado perfecto y uniforme vale la espera.

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