Imagina encender una vela casera y que la habitación se impregne del aroma sutil y fresco de plantas reales, en lugar de esa nube pesada de perfume sintético. Muchos creadores sueñan con fabricar velas 100% naturales utilizando aceites esenciales. Suena idílico, pero la realidad suele traer decepciones a los principiantes: velas que apenas huelen al encenderse o llamas que arden de forma irregular