El sebo, o sebo de vacuno o blanco de buey, es un ingrediente tradicional y natural que se abre camino en el mundo de los jabones artesanales y el cuidado de la piel. Cuando procede de ganado alimentado con pasto, el sebo proporciona una rica fuente de ácidos grasos, vitaminas y lípidos naturales que cuidan la piel y son especialmente adecuados para su uso en jabones, bálsamos, cremas y ungüentos.
¿Qué es el sebo?
El sebo es la grasa extraída del tejido que rodea los riñones del ganado. Esta grasa se limpia y se transforma lentamente (rendered) en una grasa pura, inodora y estable. El sebo alimentado con hierba procede de ganado que pasta principalmente hierba, sin utilizar hormonas de crecimiento artificiales ni antibióticos. Como resultado, su calidad y valor nutritivo son significativamente superiores a los del sebo de vacuno convencional.
Beneficios del sebo en cosmética
- Rico en vitaminas liposolubles (A, D, E y K) – Estas vitaminas favorecen la reparación de la barrera cutánea y estimulan la renovación celular.
- Perfecta composición de ácidos grasos – La composición del sebo es muy similar a la de los lípidos de nuestra propia piel, por lo que se absorbe excelentemente y no es graso al tacto.
- Hidratante y protector – El sebo ayuda a retener la humedad en la piel y la protege contra la deshidratación.
- Alternativa natural a los derivados del petróleo y los aceites sintéticos – Ideal para quienes buscan ingredientes puros y mínimos.
- Sostenible y reciclado – Al ser un subproducto de la industria alimentaria, el uso del sebo contribuye a las fórmulas de residuo cero.
Aplicaciones en jabones y cuidado de la piel
El sebo es una grasa base popular en los jabones naturales y tradicionales. Aporta:
- Un jabón duro y duradero con una textura de espuma fina
- Limpieza suave sin resecar la piel
- Una textura cremosa y cuidada
- En cremas, bálsamos y mantecas corporales, el sebo proporciona una experiencia nutritiva y fundente, ideal para pieles secas a muy secas.
Cómo utilizar el sebo.
- En jabón procesado en frío o caliente: utiliza hasta un 40-50% como aceite base
- En bálsamos y ungüentos: combinar con cera de abeja y aceites vegetales
- En cremas: incorporar en una emulsión como fase grasa, junto con manteca de karité y aceite de jojoba, por ejemplo
- Fundir antes de usar y mezclar con fragancias o aceites esenciales según se desee
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